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viernes, 18 de enero de 2008

Cuando las buenas intenciones son insuficientes...

Es increíble que los seres humanos a veces lleguen a ser tan crueles con sus pares.
Durante toda mi vida como ser pensante, he tratado, sin éxito, de descubrir cuál es esa motivación, oscura, despiadada y terrible, que hace que hagas sentir miserable a quien está al frente tuyo.

Y se aplica en TODO orden de cosas, digamos en este caso: relaciones. Relaciones personales, impersonales, afectivas y absolutamente-no-afectivas. Siempre hay uno de los dos (o más) que tiene el "sartén por el mango", y manipula, manipula y manipula... y así como está ese personaje, hay otro que está al final del sartén... manipulado, manipulado y manipulado.

Meanwhile... el que "manda" se siente increíble y todopoderoso, el pobrecito infeliz al final del sartén está peor que ratoncito en ratonera. Afligiiiiido y asustado.

Como yo.... y es raro, porque ese que me hace sentir así, no es un "uno", es un maldito y jodido "todo"

2 respiros:

Claudeia dijo...

Siempre hay un sarten y un mango, en todos lados, en todas las relaciones interpersonales. Y a todos nos toca ser el sarten y el mango.
Ya recuperaras tu sarten por el mango!
Saludos!
Clau.

(Te vi en el blog de la Cosmo y me parecio interesante tu blog)

Marlina Diaz dijo...

Hola, Sabrás que te encontré en cosmopolitan.
Las vidas que se encuentran no son para formamr una sola, son para mejorar la que ya se tiene, la que se encuentra.
Supongo que tienes que terminar y volver con tu antiguo yo, antes de hacer las paces con tu súper yo.
Mira amiga, yo he sufrido muchas despedidas, pero hay que vivir para sentirlas.
Suerte y vida =)